Noticias Finis Terrae

Presentación de “Querido Profe: Cartas urgentes para nuevos colegas”: un diálogo intergeneracional en educación

El libro, editado por los académicos de la Universidad Finis Terrae, Cristian Prado y Lilian Moreno, nace de la firme convicción de que el actual sistema educativo debe enriquecerse con las experiencias y perspectivas de los docentes senior.

Publicado: Agosto 9, 2023

Con la participación de las máximas autoridades universitarias y destacadas profesionales del mundo de la educación se realizó, el pasado 8 de agosto, el lanzamiento del libro editado por los académicos Cristian Prado Medel y Lilian Moreno Alburquenque.

Marilú Matte, Decana de la Facultad de Educación, Psicología y Familia, ofreció las palabras de bienvenida. Felicitó entusiastamente la iniciativa y extendió una invitación a los asistentes, quienes colmaron el teatro, no solo a sumergirse en la lectura de este fascinante libro, sino también a reflexionar sobre los nuevos desafíos que se presentan en el ámbito de la docencia.

La actividad se vio enriquecida con las exposiciones de María Victoria Peralta Espinosa, Premio Nacional de Ciencias de la Educación (2019) y Presidenta de la Fundación Integra; Nolfa Ibáñez Salgado, Premio Nacional de Ciencias de la Educación (2021) y Verónica Cabezas Gazaga, Directora ejecutiva del programa “Elige Educar”.

El libro, editado por los académicos de la Universidad Finis Terrae, Cristian Prado Medel y Lilian Moreno Alburquenque, nace de la firme convicción de que el actual sistema educativo debe enriquecerse con las experiencias y perspectivas de los docentes senior. “El resultado es un acercamiento íntimo a una de las generaciones docentes que ha enfrentado los desafíos más profundos y las transformaciones más significativas en la historia pedagógica de Chile. Estos cambios, tanto sociales como políticos, pedagógicos y tecnológicos, los han establecido como la auténtica ‘generación bisagra’ que conecta el final del siglo XX con el comienzo del siglo XXI”, explicó Prado.

Se trata de una compilación de doce relatos de profesores jubilados o en proceso de jubilación, representativos de la actual realidad docente chilena, en términos geográficos y de género. A cada uno de ellos, quienes estuvieron presentes durante la ceremonia en la primera fila del teatro universitario, se le encargó escribir un texto breve sobre una parte específica de su vida profesional, como del descubrimiento de su vocación docente, los primeros años de práctica y/o sobre el término de su vida profesional.

Las historias, fuertemente marcadas por las grandes transformaciones de la segunda mitad del siglo XX en Chile y el mundo, se cuentan desde contextos rurales, urbanos, confesionales, no confesionales, en educación de adultos, etc. “El proceso de construir este libro fue muy valioso, hubo mucha conversación previa y posterior, que nos ayudó a entender mejor sus circunstancias y el contexto en el cual vivieron su profesión.

Lilian Moreno mencionó que, con el propósito de recopilar los relatos, encontraron el pretexto perfecto para fomentar el diálogo intergeneracional docente. “Creemos que la manera de pensar la docencia actualmente, con tensiones desde las evaluaciones estandarizadas y desde un sistema altamente centrado en los resultados, puede encontrar en los relatos de estos profesores sénior un sano punto de fuga reflexiva y un “volver al centro” en términos de qué es el lo que debería ser realmente importante para los docentes: la persona.”

Según los editores, la educación, si no es personal (centrada en la persona), no es educación.  A nivel mundial, no son pocos los países que han levantado estructuras colaborativas de apoyo y desarrollo profesional para nuevos docentes a través de la interacción con otros profesores experimentados, ya sea que estén aún activos en el sistema escolar o retirados. El aprendizaje intergeneracional entre docentes es una temática que se pone sobre el tapete cada cierto tiempo, mostrando la evidencia que se trata de una interacción virtuosa. 

Como ejemplo, en Finlandia, en una muestra de más de 900 profesores, los docentes antiguos informaron haber aprendido métodos de enseñanza innovadores y habilidades TIC de colegas más jóvenes, mientras que la información práctica, las habilidades de gestión del aula, la autorregulación y la creación de comunidades se aprendieron principalmente de colegas mayores. En España se ha regulado la colaboración voluntaria de los docentes jubilados en diversas actividades de los centros educativos sostenidos con fondos públicos, y en varias otras regiones del mundo, se ha levantado la discusión sobre la reintegración de este capital humano avanzado al sistema escolar.

Lilian Moreno comentó que una de las sorpresas que se llevaron fue darse cuenta que el 60% de los profesores entrevistados, todavía siguen vinculados a una práctica pedagógica, ya sea recontratados por colegios después de haber jubilado, o bien, ejerciendo la docencia en clases particulares. “Desde nuestra perspectiva, creemos que hay muchos antiguos docentes que estarían plenamente disponibles y animados para volver al colegio en otros roles: tutores, mentores, acompañantes de profesores nóveles, apoyo en literacidad inicial para los primeros años, etc.” puntualizó.

Nolfa Ibañez, durante su presentación, enfatizó principalmente la importancia de comprender y conocer a los niños, niñas y jóvenes. Los profesores han presenciado en numerosas ocasiones conductas problemáticas o reacciones inadecuadas en las aulas. No obstante, explicó, citando a Maturana, que estas acciones no surgen de una elección deliberada o un pensamiento muy reflexivo, sino que están más bien influenciadas por lo que han observado en sus entornos. Por lo tanto, subrayó, cada acción no se origina en la razón, sino más bien en y desde la emoción.

Este libro nos vuelve a reafirmar que el conocimiento humano es un esfuerzo de construcción colectiva. Y en términos pedagógicos, recordarnos que la escuela no comienza con el presente, sino que nos debemos a las generaciones anteriores. “La mayoría de ellos quisieron hacerlo lo mejor posible, y nos dejaron lecciones pedagógicas y de vida que no tienen fecha de vencimiento. Mirar la experiencia de los demás con respeto debería ser un acto humano sagrado y un ejercicio permanente de humildad y aprendizaje que los profesores – y la sociedad entera – tendría que practicar más a menudo,” finalizó Prado.