Queridos alumnos:

Les toca hoy volver a clases en medio de una gran incertidumbre y, sin duda, con mucho temor. No es menor lo que estamos viviendo. Este año 2020 dejará una cicatriz profunda en la historia de la humanidad y de miles de familias. De nosotros depende que, además, deje grandes y firmes aprendizajes.

Hubiésemos querido, como es nuestra tradición, recibir a los nuevos estudiantes con los brazos abiertos. Haber generado instancias de integración y de acercamiento cara a cara. Haber juntado nombres y rostros. Por algunas semanas esto no será posible, sin embargo, no renunciaremos como Universidad a generar comunidad en cada una de nuestras acciones académicas y formativas, incluso en aquellas remotas.

Como he repetido muchas veces, para nosotros cada estudiante, cada uno de ustedes, es un importante desafío. Como Universidad nos sentimos corresponsables de vuestro presente y futuro, sea apoyándolos al descubrimiento y desarrollo de los talentos que cada uno de ustedes tiene, como impulsándolos a desplegar el potencial de hacer el bien a que cada uno está llamado.

La pandemia del coronavirus nos obliga a usar intensivamente la tecnología con que contamos. Pero la tecnología es sólo un medio, un medio importante, pero insuficiente para lograr los objetivos que como Universidad y carreras nos hemos trazado. Lo que es fundamental, irremplazable, es la actitud con que cada uno de ustedes enfrente el enorme desafío que tenemos por delante. Nada puede reemplazar el compromiso, responsabilidad y autodisciplina que cada uno de ustedes demuestre.

Esta crisis puede demorar meses en ser superada, tiempo que no podemos perder. Nosotros, como directivos y académicos, pondremos nuestro mayor esfuerzo para entregar y ejercitar contenidos y destrezas. Esperamos, de igual forma, de cada uno de ustedes, un compromiso maduro con vuestros propios procesos formativos.

Les pido, en particular a los alumnos de cursos superiores, ser creativos e innovadores para generar –a través de las redes- instancias de integración y de acompañamiento con sus compañeros, en especial aquellos de primer año. Tantas veces ustedes me han sorprendido con sus ideas, nobleza y generosidad. Estoy seguro que este genio juvenil se desplegará con toda su riqueza los próximos meses.

Finalmente les pido cuidarse y cuidar a sus familias, mantenerse en sus hogares y respetar las instrucciones de la autoridad. Comprometo por ustedes mis oraciones y pido al Señor que pronto nos permita reunirnos, conocernos y animarnos unos a otros en torno al sueño común.

¡Dios los bendiga!

Cristian Nazer
Rector

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