Alumnos de diferentes carreras dedicaron su tiempo para brindar apoyo a una comunidad de Valparaíso mediante diferentes trabajos de construcción, pintura y reparación de espacios vecinales y escolares.
Entre el 14 y el 20 de julio, un grupo de más de 60 estudiantes de distintas carreras de nuestra universidad participó en los Trabajos de Invierno, realizados en la localidad de cerro Los Placeres, en Valparaíso. Durante una semana, los voluntarios dedicaron su tiempo a colaborar con la comunidad a través de trabajos de reparación, pintura, construcción y actividades formativas.
Esta iniciativa, organizada por la Dirección de Compromiso Social junto con la directiva estudiantil Asufinis, es una de las actividades más significativas del año, ya que promueve el espíritu solidario y la vocación de servicio de los estudiantes, quienes deciden utilizar parte de sus vacaciones para ayudar a los demás.
Los trabajos se concentraron en dos lugares: la sede vecinal Héroes del Mar y el Colegio Cirujano Videla. En la sede, los estudiantes construyeron una escalera de acceso para adultos mayores, habilitaron un baño y camarines, repararon techos y paredes, pintaron la casa comunitaria por dentro y por fuera, y realizaron mejoras generales en el entorno. En el colegio, en tanto, se llevaron a cabo trabajos de pintura en juegos y escaleras para los niños del sector.
Además de las obras de infraestructura, se ofrecieron más de 10 talleres y operativos liderados por docentes y estudiantes de diversas escuelas de la universidad, como: Enfermería, Ingeniería Comercial, Odontología, Psicología, Kinesiología, Medicina e Ingeniería en Realidad Virtual y Videojuegos. Entre los talleres destacaron temas como impulso de pymes y emprendimientos, prevención dental infantil, kinesiología para adultos mayores, primeros auxilios, entre otros.
Para José Mateos, vicerrector de Formación Integral de nuestra universidad, esta actividad es parte esencial de la misión institucional: “Son proyectos interdisciplinarios, integrados por estudiantes de distintas carreras, lo que genera un sentido de comunidad y permite que los estudiantes aprendan y se formen en ámbitos distintos al propio”, señaló.
La comunidad beneficiada valoró profundamente la presencia de los voluntarios. Sandra Corvalán, dirigente vecinal del cerro Los Placeres, expresó: “Me quedo muy feliz y agradecida por su entrega desinteresada y con compromiso. Nuestra sede se encontraba en muy mal estado y, gracias a la restauración y modificaciones que hicieron, ahora podrá ser usada nuevamente por la comunidad”.
El equipo de voluntarios también se llevó una experiencia transformadora. Cristopher Durán, parte de la Dirección de Compromiso Social y encargado de los trabajos, destacó: “Nuestro trabajo ayudó a que los vecinos recuperaran este espacio que estuvo por más de 17 años sin reparación ni embellecimiento. Pudimos hacer diferentes trabajos en el lugar para que ellos puedan consolidar nuevas actividades, ya sea en el sector de adultos mayores, como el espacio utilizado por la batucada o los espacios comunes de la junta de vecinos. Lo que realizamos marca un hito muy importante, tanto para la localidad como para nuestros estudiantes”.
Para los voluntarios, esta experiencia significó mucho más que trabajo físico. Vicente Neira, estudiante de segundo año de Medicina y jefe de obra, comentó: “Muchos vecinos se sentían solos o marginados. A través del trabajo y las conversaciones, intentamos hacerlos sentir acompañados y hacerles saber que hay personas que realmente se preocupan por ellos”.
Romina Riquelme, estudiante de tercer año de Odontología y en su primera experiencia en los trabajos compartió: “Poder ayudar y conectar con personas que viven realidades tan distintas a la nuestra fue algo que me marcó profundamente. Me dejó con muchas ganas de seguir participando en estas instancias e ir a los trabajos de verano”.
Más allá de las reparaciones visibles, esta experiencia generó un impacto, tanto en la comunidad como en los propios estudiantes. La construcción pasó a segundo plano, y el encuentro humano fue lo realmente importante, dejando huellas significativas en lugares que sin duda lo necesitaban, aseguran los estudiantes.