Los investigadores de la Facultad de Humanidades y Comunicaciones de la Universidad Finis Terrae, Luis Thielmann e Ignacio Chuecas, académicos de la Escuela de Historia, y Gustavo Carvajal, académico de la Escuela de Literatura, se adjudicaron el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) para proyectos de Iniciación en Investigación.

Este concurso de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) busca promover a jóvenes investigadores, a través del financiamiento de proyectos de investigación científica o tecnológica, en todas las áreas del conocimiento, con una duración de 2 a 3 años.

“Nos complace enormemente la adjudicación de estos proyectos de investigación que, sin duda, permiten seguir sustentando e incrementado la investigación y generación de conocimientos en nuestra Universidad, además de fomentar y fortalecer a las nuevas generaciones en su avance en la carrera académica”, destacó la Dra. Tania Opitz, directora de Investigación y Publicaciones de la U. Finis Terrae.

Las iniciativas ganadoras

“Residencia en la Tierra: Disaster Writing in Contemporary Chilean Literature” es el título del proyecto que desarrollará Gustavo Carvajal, quien investigará la literatura chilena reciente sobre desastres naturales.

El académico se centrará en tres eventos ocurridos en los últimos años: una colección de cómics que abordan el terremoto y maremoto del 2010, textos de poesías sobre el incendio de Valparaíso ocurrido en 2014 y una serie de escrituras testimoniales de las inundaciones en Atacama en 2015.

“El objetivo principal del proyecto es indagar, en las ruinas de estos desastres, en la representación de la destrucción y todas las consecuencias de estos eventos, las fallas del sistema neoliberal en que ocurren estos eventos, que es una creación humana, no una consecuencia de la naturaleza”, explica Carvajal.

El proyecto de Luis Thielemann se titula“El movimiento obrero y las clases trabajadoras de Santiago en los años de la Ley Maldita. 1947 – 1958”. La investigación busca estudiar el “universo proletario”, compuesto por familias, barrios, cesantes y lumpen, entre otros, que da la composición específica del movimiento obrero del período y que, aunque en su mayoría no eran comunistas, sufrió y enfrentó la represión de la Ley Maldita, “pues esta fue la mayor parte del tiempo, en realidad, una ley antisindical y pro empresa”, explica Thielemann.

El objetivo del proyecto es comprender la composición sociohistórica de la clase obrera de mediados del siglo XX, sus prácticas de base como movimiento de trabajadores, en función de mejorar su posición e imponer sus intereses de clase en una situación represiva. “Es un estudio también de cómo se construyó la radicalidad obrera en su momento cenital, la larga década de los años sesenta (1957 – 1973)”, de acuerdo al académico.

Otras de las iniciativas adjudicadas es el proyecto “Portugueses entre los Reynos del Pirú y el Gran Reyno de la China (siglos XVI-XVII)”, cuyo investigador responsable es el académico Ignacio Chuecas. En la lista de adjudicaciones Fondecyt este proyecto aparece como PUCV debido a que en la fecha en que fue presentado el académico se desempeñaba en esa casa de estudios. Desde agosto recién pasado, el académico es parte de la Escuela de Historia de la U. Finis Terrae.

El proyecto se focaliza en el análisis de las dinámicas que caracterizaron a los agentes portugueses en “tierras del rey de España” y los modos que determinaron las relaciones entre el virreinato del Perú y Asia oriental durante el gobierno de los Habsburgo (1516-1700) y la dinastía Ming (1368-1644). Este espacio de la América española, compuesto por las Reales Audiencias de Panamá, Santa Fe de Bogotá, Quito, Lima, Charcas y Chile, se encontraba durante la modernidad temprana “infectado” (en palabras de las autoridades virreinales) por sujetos de procedencia portuguesa.

“Se trata de individuos que se revelan como esenciales agentes de la presencia europea en Asia y América (India de Portugal e Indias de Castilla) y las diversas conexiones que se instauraron entre ambos espacios”, dice Chuecas.