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Vicente Pérez: “Vivimos apurados y cuando nos damos tiempo para nosotros no siempre es para conversar de cosas importantes”

Licenciado en Filosofía, Vicente es parte del equipo de Formación General y de la Pastoral. Aquí relata su experiencia de retorno presencial y explica en qué consiste Alpha, iniciativa en que participan varios funcionarios y estudiantes.

Publicado: Agosto 19, 2021

Profesor de filosofía y ética, interesado en innovar en los procesos de aprendizaje de sus estudiantes. Así se presenta Vicente Pérez, profesor en el área de Formación General desde hace varios años y asistente en la Pastoral, desde este año.

En esta última es parte de Alpha, una iniciativa internacional que comenzó a desarrollarse en la U. Finis Terrae en 2019, en forma presencial con estudiantes. Alpha busca generar espacios para conversar y compartir ideas y preguntas sobre temas profundos de la vida, como el sentido y la fe.

“Muchas veces ni siquiera sabemos que tenemos una pregunta hasta que la escuchamos en otro y nos damos cuenta que tenemos la misma duda. Alpha recupera esa antigua práctica del diálogo y la conversación que parece perdida a veces”, explica.

En la Universidad ya se han realizado cinco grupos de Alpha con estudiantes y dos grupos con funcionarios y académicos, de alrededor de 10 personas cada uno. Cada grupo comparte durante 13 sesiones, cada una de las cuales dura alrededor de una hora. Ahora se abrirá el tercer grupo para colaboradores.

Casado con Bernardita y padre de Guadalupe de un año y tres meses, está a la espera de su segundo hijo. En esta entrevista Vicente habla sobre su trabajo en la Finis Terrae y en la iniciativa Alpha.

¿Cómo ha sido para ti volver a la Universidad en forma presencial?

El día antes de partir nuevamente a la Universidad me preocupé de que las ruedas de mi bicicleta estuvieran bien infladas y tener todo lo necesario. El primer día fue como estar en un lugar nuevo. Si bien estamos viniendo por turnos y nos distribuimos para no estar tan cerca unos de otros, el regreso se sentía como una novedad, incluso dificultaba concentrarse. Parte importante de la labor de la Universidad está en el estar y encontrarnos y ha sido novedoso volver a eso.

¿Cómo logras adecuar tus tiempos entre la académica y la Pastoral?

El tiempo académico está muy marcado por los horarios, lo que ayuda en mi organización de preparación de clases e investigación. Me gusta lo que enseño, entonces estoy siempre leyendo sobre el tema, conversando, siempre atento. El tiempo de la Pastoral lo manejo de la misma manera que las clases, he ido haciéndome un horario que me permite estar en lo que tengo que estar. Así que hasta ahora no ha sido problema.

Cuéntanos qué es Alpha

¡Me encanta, así que feliz hablo de Alpha! En la práctica se trata de una serie de sesiones de conversación de un tema determinado. La idea es generar un espacio para conversar y escuchar sobre temas de los que normalmente no hablamos. Vivimos apurados y cuando nos damos tiempo para nosotros no siempre es para conversar de cosas importantes.

En Alpha nuestras conversaciones son sobre temas profundos que planteamos y que tocan preguntas sobre la fe, la vida y el sentido que todos tenemos, pero que no siempre sabemos dónde y cómo expresarlas. Muchas veces ni siquiera sabemos que tenemos una pregunta, hasta que la escuchamos en otro y nos damos cuenta que tenemos la misma duda. Alpha es un espacio para dialogar y en el que realmente todas las preguntas son válidas, recupera esa antigua práctica del diálogo y la conversación que parece perdida a veces.

¿Cómo ha sido la experiencia de Alpha en pandemia?

Fueron experiencias increíbles. La pandemia abrió un espacio de comunicación que existía, pero que no parecía posible. Mucha gente que se habría visto complicada en tiempos normales para ir a un lugar a reunirse y conversar, lo pudo hacer por Zoom. Logramos seguir con las actividades durante la pandemia y muchas personas se unieron a través de la plataforma. En la Universidad ya hemos tenido cinco grupos con estudiantes, incluso de otras partes que se han unido porque han sido invitados por amigos, y dos con funcionarios y académicos. En cada sesión se va generando comunidad de una manera muy especial.

¿Por qué un colaborador de la Finis Terrae debería participar en la experiencia Alpha?
Alpha pueden vivirlo como equipo de trabajo, departamentos o área o integrándose a un grupo con personas de distintas áreas. Es una invitación, un desafío a conversar sobre lo que no conversamos con nadie más. Pasamos mucho tiempo en la Universidad -que decimos es nuestra segunda casa, incluso a veces es la primera- donde compartimos con los que están cerca nuestro y el crecimiento personal espiritual es tan importante -yo creo que es más importante- como el desarrollo laboral y a veces se nos olvida o no nos permitimos darnos ese tiempo. Sólo podemos crecer en comunidad forjando lazos en grupo.

¿Qué te dejo este período repartido entre la pandemia, la vida y Alpha?

Primero, lo central que es la fe. La vida del creyente es una vida centrada en Jesucristo, no quiero perder eso de vista. Segundo, y fundamentado en lo primero, la importancia de los vínculos. Creo que si algo nos ha enseñado esta pandemia es que no podemos ni queremos estar solos, nadie se salva solo. El predominio de un discurso individualista ha producido un daño enorme en nuestra sociedad y hoy nos damos cuenta que no podemos solos. Necesitamos de los demás, de la comunidad, de nuestros compañeros de trabajo, de los estudiantes, del contacto y de Dios.